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¡El padrón es una obligación! ¡Defendámonos y paremos esta vulneración de derechos!

Ante la vulneración del derecho al padrón que ejercen muchos ayuntamientos en materia de vivienda, desde la PAH dejamos claro que ya no hay excusas para empadronarnos sin ningún tipo de discriminación.

El pasado 2 de mayo se publicó una resolución del Instituto Nacional de Estadística y de la Dirección General de Cooperación Autonómica y Local, que clarifica algunas cuestiones en materia de empadronamiento e impide en la práctica que los ayuntamientos puedan obstaculizar el empadronamiento a familias que se encuentran en situación de ocupación o viven en locales, por ejemplo. Esto ya estaba contemplado en una resolución anterior de 2015, pero algunos ayuntamientos no lo estaban aplicando correctamente.

Desde la PAH somos conocedoras de que algunos ayuntamientos están poniendo trabas a la hora de empadronar a personas que están ocupando una vivienda. Esta nueva resolución viene a demostrar que los ayuntamiento están obligados a empadronar a toda persona que resida en su municipio, sin poder  impedir o retrasar el empadronamiento de muchas familias.

El padrón es un registro estadístico que recoge el número de personas que viven en un municipio y por ello es la puerta de acceso a muchos derechos básicos: como el acceso al sistema público de salud o a la educación, y las administraciones locales tienen la obligación de permitirlo a todos sus vecinos y vecinas, sin discriminaciones.

Es importante saber que nuestro ayuntamiento no nos puede negar el empadronamiento si nos encontramos en situación de ocupación o vivimos en un local u otro tipo de infravivienda.

Si aun así, nuestro ayuntamiento nos deniega el empadronamiento, a continuación listamos paso por paso qué debemos hacer para defendernos, si nos encontramos en situación de ocupación y no disponemos de ningún contrato o porque residimos en una infravivienda:

  • Intentar empadronarnos por la vía habitual (en la sede del ayuntamiento, las oficinas de atención ciudadana, etc.). Llevaremos preparada una instancia solicitando el empadronamiento por si nos lo niegan o nos ponen trabas, utilizando el documento útil que hemos creado desde la PAH. El ayuntamiento tiene tres meses desde la solicitud para responder (apartado 1.11 de la resolución). 
  • Si en tres meses no nos notifican una resolución, operará el llamado silencio positivo y a todos los efectos quedaremos empadronadas en la vivienda (apartado 1.13 de la resolución). Si cuando pedimos el volante de empadronamiento no constamos en la base de datos y no nos pueden facilitar ningún documento justificativo, presentaremos una segunda instancia solicitando la certificación de nuestro empadronamiento en base al silencio positivo. Hemos creado también un documento útil para ello.
  • En el caso de que en estos tres meses se emita una resolución denegando el empadronamiento, ésta deberá incluir los motivos y la podremos recurrir de forma gratuita alegando el contenido de la resolución que os acabamos de explicar.
  • En el caso de que en nuestro ayuntamiento nos denieguen el padrón acudiremos al Defensor del Pueblo (Síndic de Greuges en Catalunya) y/o al Defensor local de nuestro municipio y denunciaremos la situación. Además, contacta con nosotras, que también lo denunciaremos. Tenemos muchas vías para hacerlo: presencialmente, por correo ordinario, por fax, por Internet, por correo electrónico, por videollamada en línea o mediante la oficina itinerante. En este enlace tenéis toda la información.
  • A la vez, seguiremos presionando al ayuntamiento con una campaña organizada, ya sea mediante acciones presenciales, por redes sociales o a través de medios de comunicación, hasta conseguir nuestro objetivo. ¡La Ley está de nuestra parte!

Frente a quienes siguen trabajando para reducir los derechos de la mayoría, desde la PAH no vamos a permitir que se vulneren nuestros derechos fundamentales, criminalizando e invisibilizando a las personas

Recordemos que las familias que han recuperado u ocupan viviendas en nuestros pueblos y ciudades, es porque han sido desahuciadas antes por leyes injustas y dejadas sin alternativa por unas políticas de vivienda nefastas, que durante estos años solo han hecho que favorecer aún más que la vivienda sea una mercancía en vez de un derecho.

¡Frente a los recortadores de derechos, organicémonos y defendámonos con más fuerza que nunca!